Fitbit, el fabricante de dispositivos ponibles, ha presentado tres nuevos modelos, entre ellos lo que denomina un “super reloj para el ejercicio físico” que se aparta un poco de su segmento habitual de los registradores de actividad física. El nuevo Fitbit Charge se describe como “un Fitbit Force reinventado”, algo que tiene su sentido si se recuerda que la firma tuvo que retirar voluntariamente el Force tras conocerse que causaba irritación de la piel a “un pequeño porcentaje de sus usuarios”.

Entre sus funciones destacan la cuenta de los pasos andados, la distancia recorrida, las calorías consumidas y los pisos subidos, además de una pantalla OLED que muestra el identificador de número llamante cuando se conecta a un smartphone, un diseño resistente al agua y una duración de batería de siete días.

El Charge HR se dirige a los usuarios más dedicados, y ofrece monitorización continua del ritmo cardiaco. Utiliza diodos LED para detectar las variaciones del volumen de la sangre.

Por último, el Fitbit Surge cuenta con una pantalla más grande y ofrece funciones “propias de un reloj inteligente”, como la identificación del número llamante, las alertas de texto y el control de la música del móvil. Contiene ocho sensores: GPS, acelerómetro de tres ejes, giroscopio de tres ejes, brújula digital, pulsómetro óptico, altímetro, sensor de iluminación ambiental y pantalla táctil.

El Fitbit Charge ya está disponible a un precio de 129,95 euros, mientras que el Charge HR (149,95 euros) y el Surge (249,95 euros) llegarán a principios del año próximo.