Telefónica ha afinado las concesiones que ofrece, a fin de asegurar que la Unión Europea apruebe su intento de adquirir E-Plus, la filial alemana de KPN, según informa Reuters. El mes pasado, Telefónica ofreció alquilar el espectro por encima de 2 GHz y proporcionar acceso a su red a sus rivales, con el objetivo de aplacar las objeciones del organismo antimonopolio de la UE. Seguidamente, se invitó a dichos rivales y a terceros a opinar sobre el paquete de concesiones vinculadas a la operación propuesta, valorada en 8.600 millones de dólares. El plazo para la recepción de comentarios venció la semana pasada.

 

Un portavoz ha indicado a Reuters que la empresa ha presentado a la Comisión Europea un conjunto de concesiones modificado a partir de los comentarios recibidos en el marco de la consulta. Entre dichas modificaciones destacan, según el representante de Telefónica, los “ajustes” de las condiciones para acceder a la red de la empresa resultante, añadiendo que el grupo de matriz española no ha ofrecido alquilar su espectro de frecuencias más bajas.

 

Si bien tanto la Comisión Europea como el regulador alemán de telecomunicaciones pretenden que Telefónica y E-Plus cedan espectro de 900 MHz y 1,8 GHz como condición para aprobar la fusión, parece que el gigante español sigue estando dispuesto únicamente ceder terreno en la banda de frecuencias más altas.

 

Se cree que el paquete inicial de concesiones fue considerado insuficiente para dar pie a que un cuarto operador móvil nacional ocupase el lugar de E-Plus, asegurando así que el mercado alemán seguiría siendo competitivo.

 

Según algunas fuentes, el organismo europeo antimonopolio ha llevado a cabo una segunda ronda de consultas que finalizó ayer lunes, 5 de mayo. La Comisión Europea tiene de plazo hasta el 23 de junio para pronunciarse al respecto.

 

Alemania, al igual que Irlanda, está considerada como un caso emblemático de la disposición de la Comisión a reducir el número de operadores móviles en los estados miembros de la UE. 3 Ireland, propiedad de Hutchison, también ha presentado una serie de posibles “remedios” con los que aspira a aliviar las preocupaciones antimonopolísticas sobre su intento de adquirir la filial irlandesa de Telefónica.