Telefónica ha confirmado que venderá bonos por valor de 750 millones de euros convertibles en acciones de Telecom Italia (TI), reduciendo con ello su influencia sobre el incumbente italiano. Es significativo observar que el gigante español y latinoamericano indica que los bonos intercambiables reducirían su participación en TI hasta un nivel inferior al que tenía antes de incrementar su participación en Telco -un grupo de accionistas de TI-, una medida que irritó al CADE, el regulador anticompetencia de Brasil.

 

Según Telefónica, las acciones implicadas representaban aproximadamente el 6,5% de su participación en TI con derecho a voto. Una vez formalizada la transferencia de acciones, Telefónica tiene previsto mantener entre el 8,3% y el 9,4% del capital con derecho a voto de la firma italiana.

 

El CADE (Consejo Administrativo de Defensa Económica), preocupado por el control creciente de Telefónica sobre el mercado brasileño de móvil tras incrementar su participación en el grupo Telco, había ordenado a la operadora que eligiera entre abandonar su participación en TIM Brasil (cuya mayoría pertenece a Telecom Italia) y buscar otro socio en Vivo, su filial de móviles líder del mercado.

 

La opción preferida por Telefónica parecía ser la segregación de TIM Brasil y el reparto de los activos de la firma entre sus rivales. Telecom Italia siempre había mantenido que quería conservar TIM Brasil. Reforzando la posición de TI, su presidente Giuseppe Recchi declaró a Reuters que la emisión de bonos intercambiables por parte de Telefónica no afectaba a la estrategia de la empresa italiana.

 

Todavía no está claro cómo reaccionará el CADE a las noticias que llegan desde Madrid.

 

Los bonos que Telefónica ha emitido, y que rinden un interés anual fijo de hasta el 6%, vencerán el 24 de julio de 2017, a menos que sean canjeados de modo anticipado.

 

Según una fuente de Reuters conocedora de la transacción, Telefónica acabará teniendo una participación en TI que rondará el 10%.

 

Esta dilución de la participación de Telefónica se produce poco después de que otros accionistas de Telco hayan decidido abandonar el grupo. Tanto los grupos bancarios Intesa Sanpaolo y Mediobanca como la aseguradora italiana Generali han ejercido la opción de disolver el pacto Telco -nacido para durar siete años-, optando en su lugar por centrarse en sus negocios principales.