Apple y Google han acordado una tregua en la guerra que mantienen sobre patentes, pero el acuerdo deja abiertas una serie de cuestiones sobre la posición de ambas empresas en el conflicto sobre propiedad intelectual. Las dos firmas están enzarzadas en varios litigios en todo el mundo, centrados en Motorola Mobility, la división de smartphones de Google. En una declaración difundida el viernes, han “acordado retirar todas las demandas en curso que existen directamente entre las dos empresas”. También “colaborarán en algunos aspectos de la reforma de las patentes”. No obstante, lo que ha despertado más suspicacias es la frase siguiente: “El acuerdo no incluye ningún intercambio de licencias”.

 

De ello parece desprenderse que, más que apreciar el valor de la propiedad intelectual del otro, ninguna de las dos empresas se siente lo bastante segura de su posición comp para perserverar en sus acciones legales, que son muy costosas para ambas partes, tanto si ganan como si pierden.

 

También quedan pendientes algunos aspectos para los fabricantes que utilizan la plataforma Android de Google y se enfrentan a acciones legales por parte de Apple. La nueva situación se traduce en que Google no va a utilizar su propiedad intelectual para proteger a Android, abandonando con ello a su suerte los fabricantes de hardware.

 

De hecho, la verdadera batalla es la que mantienen Apple y Samsung, que aún tiene abiertos diversos frentes. El litigio ya ha pasado por juicios y revisiones, pero se han producido pocos reveses decisivos.

 

Ahora que Google está vendiendo Motorola Mobility a Lenovo, Apple tendrá cada vez más difícil reclamar indemnizaciones. No está claro cuánto dinero gana con Android el gigante de las búsquedas; en cambio, es más fácil ver cuanto gana una empresa vendiendo smartphones. De hecho, dada la discreta presencia actual de Motorola Mobility en el mercado internacional, no parece ser un objetivo valioso para Apple, más allá de servirle para delegar en ella sus pleitos contra Google.

 

La web especializada FOSS Patents apunta que si hubiera sido la venta de Motorola a Lenovo lo que ha impulsado a Apple a retirar sus demandas, Apple “podría seguir albergando unas expectativas exageradas en cuanto a las condiciones de un acuerdo con Samsung”.

 

Las demandas en curso han sido retiradas “sin perjuicio”, de modo que en teoría podrían ser reactivadas en cualquier momento. Cada una de las partes asumirá sus propios costes y minutas jurídicas.