Sony tiene intención de vender su división de ordenadores personales Vaio a fin de concentrarse en su negocio creciente de smartphones, según informa The Nikkei.

Supuestamente la empresa aspira a vender su negocio de PC al fondo de inversión Japan Industrial Partners por un importe que podría alcanzar los 50.000 millones de yen (365 millones de euros).

Sony conservaría una pequeña participación en la empresa y podría mantener su presencia en algunos mercados internacionales donde la marca Vaio es muy apreciada, pero se retiraría de la mayoría de los restantes.

Según The Nikkei, la venta de la división llevaría a Sony a registrar pérdidas anuales netas por primera vez en dos años.

Sony indica que no ha realizado ninguna comunicación sobre tal operación, pero sí ha reiterado que “sigue considerando diversas opciones para su negocio de PC”.

Sony presentará este jueves sus resultados empresariales del tercer trimestre, pero los del segundo revelaron que el buen comportamiento de los smartphones no bastó para impedir que el grupo registrase pérdidas durante el periodo citado.

La división de Productos y Comunicaciones Móviles de Sony, que también abarca los PC, registró unas ventas e ingresos operativos de 418.000 millones de yen (3.046 millones de euros), un 39,6% más que el año anterior. Las pérdidas operativas disminuyeron hasta situarse en los 900 millones de yen (6,5 millones de euros).

La empresa atribuyó entonces el incremento de ingresos y la reducción de las pérdidas operativas a “un aumento significativo de las ventas de smartphones en términos de unidades”, pero la división siguió viéndose penalizada por las pobres ventas de PC, que cayeron un 25% respecto al año anterior.

El canal japonés NHK informó el fin de semana pasado que Lenovo mantenía conversaciones sobre la posible creación de una empresa conjunta que se haría cargo del negocio de PC de Sony en el extranjero. Sony calificó la información de “inexacta”.

El periodista japonés Nobuyuki Hayashi ha relatado estos días un episodio del año 2001 en el que Steve Jobs, presidente de Apple, propuso a Kunitake Ando, presidente de Sony, que los ordenadores portátiles Vaio de ésta utilizasen el sistema operativo Mac OS de aquélla, e incluso llegó a mostrar al directivo japonés un equipo de Sony con el software de Apple. Jobs, cuyo respeto por Sony es conocido, estaba dispuesto a hacer una excepción a su política de impedir la fabricación de ordenadores compatibles con los Mac, pero Sony optó por seguir fiel al Windows de Microsoft.