La Comisión Europea (CE) se ha mostrado favorable a la adquisición de la división de Dispositivos y Servicios de Nokia por parte de Microsoft, por un importe de 5.400 millones de euros, tras ser aprobada la operación por los reguladores de Estados Unidos a comienzos de semana. La Comisión indica que la transacción no plantea problemas de competencia, ya que las actividades de ambas empresas presentan sólo “mínimos solapamientos”.

Además, “los vínculos entre los sistemas operativos móviles, las aplicaciones para móvil y el software de servidor de correo empresarial de Microsoft, y los dispositivos inteligentes móviles de Nokia, difícilmente expulsarán  del mercado a los posibles competidores”. La Comisión concluye que “la entidad resultante de la fusión seguirá teniendo rivales poderosos”, como Samsung y Apple.

El Departamento de Justicia de EE.UU. y la Comisión Federal de Comercio (FTC), aprobaron el acuerdo a principios de semana, y la FTC ratificó la finalización anticipada del mismo. Los accionistas de Nokia respaldaron decididamente la fusión durante la junta de accionstas de la empresa, celebrada en noviembre.

Nokia ha asegurado a Mobile World Live que ya cuenta “con más de la mitad de las autorizaciones regulatorias necesarias” para la operación, que también ha sido aprobada en Brasil, Canadá, India, Israel, Rusia, Turquía y Ucrania.

“Sólo falta que otros seis países, entre los que se cuenta China, aprueben la transacción para poder cerrarla, previsiblemente en el primer trimestre de 2014, dependiendo de esas ratificaciones y otras condiciones de última hora”, ha informa Nokia en un comunicado.

La CE considera que es poco probable que Microsoft deniegue el uso de Windows Phone a terceros fabricantes de dispositivos tras adquirir Nokia. Ello se debe en parte a que Microsoft depende de terceros proveedores para aumentar la limitada cuota de mercado de Windows Phone y atraer a los desarrolladores de aplicaciones a su sistema operativo.

Tampoco parece probable que Microsoft vaya a dejar de suministrar sus aplicaciones –como Skype y Office– a otros fabricantes de teléfonos, pues ello iría en contra de su objetivo de atraer a más desarrolladores. También se considera improbable una hipotética restricción de Skype a la plataforma Microsoft, porque debilitaría el producto.

Por otra parte, Microsoft no podría restringir la interoperabilidad de los dispositivos inteligentes que utilizan otros sistemas operativos con Exchange Server, su software de servidor de correo para empresas, debido a las condiciones contractuales de las licencias vigentes.

La declaración de la Comisión pone de relieve que cualquier problema de competencia que se derive del proceder de Nokia en torno a su cartera de patentes de móviles, una vez formalizada la operación, quedará fuera del reglamento de la UE sobre fusiones. Por lo tanto, esos problemas no pueden ser tomados en cuenta al encarar el acuerdo Microsoft-Nokia. No obstante, la Comisión asegura que “no bajará la guardia y vigilará de cerca las prácticas de concesión de licencias de Nokia tras la fusión, en virtud de la normativa antimonopolio de la UE”.