El uso de aplicaciones en 2013 creció un 115% respecto al año anterior, según la compañía de análisis Flurry, y el éxito de las aplicaciones de mensajería contribuyó sustancialmente a ello.

Las aplicaciones de mensajería, incluyendo las de tipo social y aquellas de intercambio de fotografías, vieron triplicado su uso a lo largo del año, lo que supone un crecimiento mucho más notorio que el alcanzado por otras categorías de aplicaciones. (Flurry considera que usar una aplicación consiste en abrirla e iniciar sesión en ella).

Según la empresa, 2014 será un año “crucial”, ya que determinará qué aplicaciones de mensajería mantienen su independencia, sus niveles de uso y pasan a ser “plataformas móviles y canales de distribución que arrasan”.

Algunas aplicaciones de mensajería, como LINE y KakaoTalk, ya han comenzado a transformarse en plataformas, en lugar de mantenerse como aplicaciones independientes, al incorporar tiendas de  juegos y de emoticonos. LINE anunció en marzo que ha alcanzado los 100 millones de juegos descargados a través de su aplicación de mensajería.

Adicionalmente, un experimento del fabricante de teléfonos móviles Xiaomi en China llevó a la compañía a vender smartphones nuevos mediante WeChat, alcanzando los 150.000 dispositivos vendidos en menos de 10 minutos a través de la aplicación.

Flurry cree que estas promociones, junto a la afortunada irrupción de Facebook en el mercado de las descargas de aplicaciones de pago para móviles, confirman el potencial que poseen las aplicaciones sociales y de mensajería a la hora de convertirse en escaparates móviles de productos, tanto digitales como físicos.

En cuanto a otras categorías de aplicaciones, Flurry afirma que las utilidades y aplicaciones de productividad experimentaron una tasa de crecimiento interanual del 150% gracias a la gran acogida de programas como Evernote y Quip.

La categoría de juegos experimentó un crecimiento del 66% durante el año, a pesar de la preocupación general, que apuntaba a que alcanzaría un punto de saturación a lo largo de 2013.