Los esfuerzos de Samsung a la hora de impulsar su propuesta de smartphone de empresa, “han tropezado con retrasos y errores de programación”, según publica The Wall Street Journal. En febrero de 2013, el fabricante coreano de smartphones anunció Knox, que se presentaba como “solución segura e integral para reforzar la seguridad desde el hardware hasta la capa de aplicaciones”.

 

Knox, que funciona por encima de Android, utiliza un contenedor seguro para albergar un conjunto de aplicaciones preseleccionadas listas para ser ejecutadas y para almacenar datos. La compañía aseguraba que la información de este contenedor “queda a salvo de software malicioso, suplantaciones de identidad (<em>phishing</em>), y de cualquier intento de intrusión en el dispositivo físico en caso de robo o extravío”.

 

Según el diario, los directivos de Samsung han “reconocido en privado los problemas” detectados durante el desarrollo de Knox, entre los que destaca la dificultad de crear de una red de apoyo empresarial, junto a otras cuestiones de implementación de la tecnología en sí misma.

 

Señala, del mismo modo, que el proyecto ha requerido de “un nivel inusualmente alto de cooperación entre los ingenieros de hardware en Corea del Sur y los equipos de software de Samsung, que en buena parte trabajan en Estados Unidos”.

 

Si bien Samsung ya es el vendedor número uno de teléfonos inteligentes, lo ha conseguido gracias a una sólida propuesta para el mercado de consumo, más basada en el hardware y en el software de los dispositivos que en los servicios potenciales. En cambio, la empresa no cuenta con una implantación significativa en el mercado empresarial.

 

Las vicisitudes que BlackBerry atraviesa actualmente han abierto la puerta a que otros proveedores mejoren su posicionamiento en este lucrativo mercado, siempre y cuando sean capaces de captar y satisfacer las demandas de las empresas en áreas concretas, como la seguridad y la gestión de los dispositivos.

 

El <em>Wall Street Journal</em> asegura que este aspecto ha resultado “particularmente irritante para los funcionarios del gobierno de Estados Unidos”, que ya llevan algún tiempo buscando alternativas a BlackBerry que estén homologadas para uso oficial. Asimismo, se indica que la Agencia de Sistemas de Información de la Defensa -el organismo que concede la aprobación a la tecnología utilizada por el gobierno de EE.UU.- se ha sentido “particularmente frustrada” por los sucesivos retrasos de la incorporación de Knox en los dispositivos, después de haber dado su visto bueno inicial a principios de este año.

 

A fin de hacer frente a sus problemas, el informe revela que Samsung ha contratado a varios ex directivos de BlackBerry. Del mismo modo, tiene previsto invertir en el marketing referido a Knox.