La escasez de espectro y el consumo de datos fueron dos de los temas de discusión previsibles durante la mesa redonda de pesos pesados del sector en el CES, pero la atención máxima se la llevaron los “wearables” o electrónica para llevar, cuando Paul Jacobs, consejero delegado de Qualcomm, reveló que su empresa está probando una  tecnología que puede detectar el riesgo inminente de un infarto.

“Creo mucho en los wearables”, dijo Jacobs “Lo que he aprendido del Toq [el reloj inteligente de Qualcomm] es la gran cantidad de notificaciones que recibo. El estar interactuando constantemente con el ciberespacio me indica que la electrónica para llevar puesta va a ser algo enorme. En San Diego estamos probando unos inyectables que pueden advertirte dos semanas antes de que sufras un infarto”.

“No sólo llevaremos electrónica por fuera, sino también en el interior de nuestros cuerpos”, ha apuntado.

Hans Vestberg, consejero delegado de Ericsson, y John Donovan, director de tecnología de AT&T, se manifestaron igualmente entusiasmados por los wearables.

“Hace pocos años, la gente era escéptica cuando pronosticamos que en 2020 habría  50.000 millones de conexiones, pero ahora, dado el interés por la electrónica que se lleva puesta y la internet de las cosas, no creo que nadie vaya a dudar de ello”, dijo Vestberg.

El debate se desplazó a los posibles riesgos de conectar máquinas entre sí, cuando una persona del público preguntó a los ponentes si las máquinas podrían acabar teniendo demasiado poder. “No pretendemos crear el Terminator”, bromeó Vestberg. “La sociedad necesita la revolución tecnológica.”

Donovan de AT&T comentó alegremente: “En un extremo está el modelo de Terminator y en el otro el modelo de Superman. Nosotros perseguimos un IronMan: crear un simple mortal y concederle superpoderes por un día “.

Asimismo, los tres directivos coincidieron en que asegurar una disponibilidad eficiente de espectro para los futuros servicios de datos (especialmente dado el creciente interés en la internet de las cosas) constituye un gran reto para la industria. “El espectro es el alma de la industria y el oxígeno del comercio”, aseguró Donovan.