LG Electronics ha dado a conocer su smartphone Flex G, que el fabricante describe como “la mejor representación hasta la fecha de cómo se debe curvar un teléfono inteligente”.

El G Flex llega poco después de que Samsung haya presentado un modelo con pantalla curva, el Galaxy Round, que adopta un enfoque distinto del terminal de LG.

Mientras el G Flex está curvado describiendo un arco de arriba abajo, la forma curva del Galaxy Round va de izquierda a derecha.

LG asegura que su diseño está “optimizado para el rostro medio, a fin de ofrecer una mejor calidad de voz y sonido”, y que “ofrece un agarre más firme y se ajusta más cómodamente en el bolsillo del pantalón”.

La empresa también afirma que en el modo apaisado ofrece “una experiencia al estilo IMAX, con el ángulo de visión más cómodo para ver vídeos o jugar”.

Según la firma coreana, la construcción del dispositivo ha sido posible “únicamente gracias al éxito de la colaboración entre dos empresas del grupo, LG Display y LG Chem”.

Se dice que la pantalla de 6 pulgadas cuenta con “el panel OLED de plástico más grande del mundo desarrollado y producido en masa específicamente para smartphones”. El G Flex incluye también “la primera tecnología de baterías curvadas del mundo”.

Además de su forma curva, el terminal dispone del botón trasero de navegación que LG introdujo por primera vez con el modelo G2. La tapa trasera también cuenta con un recubrimiento “auto-restaurable” que tiene “la capacidad de recuperarse de los arañazos y rasguños fruto del desgaste cotidiano que sufren los smartphones sin la protección de una funda”.

En su encarnación destinada al mercado coreano, el LG Flex utiliza un procesador de cuatro núcleos a 2,26 GHz, una cámara principal de 13 megapíxels, y dispone de conectividad LTE Advanced.

El LG Flex se comercializará en Corea del Sur a partir del mes próximo, a través de los tres grandes operadores. Su disponibilidad en otros mercados se dará a conocer “más adelante”.