La Comisión Europea (CE) ha aprobado sin condiciones la adquisición de la operadora satelital Inmarsat por parte de su rival estadounidense Viasat por un precio de 7.300 millones de dólares (unos 6.800 millones de euros), allanando así el camino para que la transacción quede formalizada a finales de mes.

La CE explica en una declaración que, tras llegar a su término una investigación en profundidad iniciada en febrero, no considera que dicha adquisición cree problemas en el entorno competitivo.

Según Margrethe Vestager, comisaria de Competencia, la investigación ha concluido que dicha operación no afectará negativamente al entorno competitivo de los servicios de conectividad de banda ancha en las líneas aéreas comerciales del Espacio Económico Europeo.

La CE observa que “existen varios competidores de considerables dimensiones que, probablemente, ejercerán una presión competitiva suficiente sobre la entidad fusionada” y que su “posición en el mercado seguirá siendo moderada”.

El último obstáculo que dificultaba la adquisición era la necesidad de obtener la autorización de la CE. La FCC (Comisión Federal de Comunicaciones, un organismo regulador estadounidense) ya dio el visto bueno en fecha reciente y las autoridades británicas hicieron lo propio a principios de mayo.