El gobierno del Reino Unido ha anunciado que, por motivos de seguridad nacional, intervendrá en la operación de compra de ARM por parte de Nvidia, valorada en 40.000 millones de dólares (más de 33.000 millones de euros), y ha ordenado al organismo nacional que regula la competencia que elabore un informe sobre las eventuales consecuencias de dicha operación.

En una declaración, ha anunciado que se emitirá una notificación de invención de interés público en relación con dicho acuerdo, lo que implica que será el Secretario de Estado quien decida en último término sobre su autorización.

El gobierno del Reino Unido ha ordenado una investigación de fase uno, en la que se determinará si es necesaria una investigación completa de fase dos. Si llegara a darse esta última, sería más probable que se bloqueara la adquisición.

En setiembre de 2020, Nvidia anunció su intención de adquirir la firma Arm de diseño de chips, con sede en el Reino Unido pero propiedad del conglomerado japonés SoftBank Group. La adquisición forma parte de una estrategia para ganar posiciones en el sector de fabricación de semiconductores para teléfono móvil.

A principios de 2021, la CMA (siglas inglesas de Autoridad de Competencia y Mercados, organismo regulador del Reino Unido) invitó a terceros a exponer sus puntos de vista sobre la propuesta de acuerdo antes del inicio de la investigación. Por aquel entonces el organismo indicó explicó que le preocupaba que la fusión pudiera llevar a Arm a subir los precios y reducir la calidad de los servicios que presta a los competidores de Nvidia.

Aparte de la intervención en el Reino Unido, varias grandes empresas tecnológicas estadounidenses se han opuesto públicamente al acuerdo, lo que ha llevado a la FTC (siglas inglesas de Comisión Federal de Comercio, organismo regulador estadounidense) a someterlo a revisión. El acuerdo también necesita la autorización de la Unión Europea y de la República Popular China.

En referencia a la intervención del Reino Unido, Oliver Dowden, Secretario de Asuntos Digitales, ha declarado que la CMA ha recibido la orden de evaluar las posibles repercusiones de la adquisición.

Ha añadido que “como paso siguiente, y para ayudarme a obtener toda la información oportuna, la autoridad de competencia independiente del Reino Unido preparará un informe sobre las implicaciones de la transacción. Dicho informe se tendrá en cuenta en todas las decisiones posteriores”.