Se va imponiendo la idea de que 2023 será un año decisivo para la próxima fase de la 5G.

Ahora que ya existen más de mil millones de conexiones 5G, los pesos pesados del sector vuelven su mirada hacia la siguiente versión de la tecnología, denominada 5G-Advanced.

El optimismo en torno a esta evolución se ha visto bien reflejado durante el MWC23, y los expertos del mercado del móvil creen que la 5G-Advanced tendrá un papel fundamental en la llegada de la 6G, prevista para finales de la década.

Pero como se prevé que la estandarización oficial de 5G-Advanced dentro de la Release-18 del 3GPP no llegará antes de marzo de 2024, queda aún mucho camino por recorrer hasta 2030 y, de hecho, hasta el lanzamiento comercial de la 6G. Aun así, los gobiernos y la industria en general ya están estudiando dicha tecnología y sus posibilidades de despliegue.

Brecha entre Oriente y Occidente
Dario Talmesio, director de investigación sobre estrategias y regulación de proveedores de servicios en Omdia, ha declarado a Mobile World Live (MWL) que el interés de los gobiernos por la 6G se halla en “unos niveles sin precedentes” y que la sostenibilidad y la IA ocupan un lugar destacado en la agenda.

Talmesio explica que “la idea de usar la 6G para promover la tecnología propia y las grandes firmas nacionales, y de servirse de los estándares como herramienta económica para ejercer influencia tecnológica en todo el mundo se extiende con rapidez”, y señala que las diferencias en objetivos y prioridades entre Oriente y Occidente podrían generar problemas de interoperabilidad en las redes.

El analista subraya que “es algo que ya ha ocurrido con anterioridad y vemos indicios que van en esa misma dirección en los estándares de 5G-Advanced”, en referencia a las diferencias en el desarrollo de la 5G que llevaron a una división en los estándares de procesamiento de señales en 2016.

Talmesio cita a Corea del Sur y China como países que van “muy por delante del resto del mundo en algunos aspectos” de la 6G.

El fabricante chino Huawei esbozó sus concepciones sobre la 6G a principios de 2022, mientras que el South China Morning Post ha informado en fecha reciente de que una de las principales operadoras del país, China Unicom, tiene previsto probar aplicaciones móviles sobre 6G a lo largo de 2025.

El Gobierno coreano, por su parte, ha decidido que el despliegue comercial tendrá lugar en 2028.

En 2021, Samsung efectuó una demostración con su primer prototipo de sistema 6G, que alcanzaba frecuencias de terahercios. NTT Docomo ha seguido el mismo camino a principios de 2023.

En lo que respecta a Europa, la Unión Europea lanzó un programa 6G en 2020. El programa Hexa II ya se halla en su segunda fase y empresas como Nokia, Ericsson y Orange han creado un consorcio para trabajar en la estandarización de dicha tecnología.

Peter Vetter, director de Nokia Bell Labs, ha afirmado en unas declaraciones a MWL que Hexa-X se ha centrado en una visión europea común de la 6G, posibles casos de uso y el concepto de “creación de habilitadores tecnológicos”.

Ha añadido que “Hexa-X-II tendrá como objetivo integrar los conceptos iniciales en una visión global del sistema y crear una plataforma preestandarizada”.

Vetter también ha citado “el acceso vía radio, los dispositivos futuros, la gestión de redes inteligentes y la infraestructura flexible” como áreas clave de la 6G, junto con las redes nativas en la nube.

Kostas Katsaros, tecnólogo jefe de 5G en Digital Catapult, el organismo público británico especializado en innovación, también cuenta con que la 6G siga tendiendo puentes entre las redes celulares y las no terrestres. Previamente, la 5G y la 5G-Advanced se habían centrado en dicha área.
Además, Katsaros cree que la 6G ampliará las experiencias inmersivas, como por ejemplo el metaverso y la telepresencia.

El tecnólogo añade que Digital Catapult, en el marco de su proyecto de investigación sobre 6G en cooperación con la Universidad de Bristol, está “demostrando los potenciales beneficios [de la 6G] e impulsando significativas inversiones, así como la colaboración en toda la industria”.

Hacia una 6G verde
Los expertos sostienen que la próxima generación no ofrecerá tan sólo altas velocidades de transmisión de datos y baja latencia, sino que hacen hincapié en el diseño sostenible, la detección de redes y el uso de IA en su topología.

Vetter explica que “los criterios de medición tradicionales, como la capacidad, el rendimiento, la fiabilidad, la latencia y la escala conservarán su importancia. Pero la 6G, a diferencia de las G anteriores, irá más allá. La sostenibilidad, la fiabilidad y la inclusión digital serán clave en la determinación de valores en la era 6G.”

En un informe reciente, Nokia Bell Labs esbozaba las innovaciones que pueden contribuir a la eficiencia energética de la 6G, como por ejemplo las tecnologías que pueden reducir las necesidades básicas de energía de la red con independencia del tráfico.

Los investigadores también citan las mejoras en amplificadores de potencia, nuevos chipsets capaces de “eliminar el despilfarro de energía en computación” y herramientas de gestión de energía con IA, que activan y desactivan automáticamente las radios en función de las cargas de tráfico.

En una línea similar, Talmesio ha afirmado que “se prestará más atención que nunca a la sostenibilidad de las redes, más allá de su consumo de energía”.

Se destacan posibles transformaciones en la arquitectura de red o “red nativa verde”, que diferirá de las redes anteriores que buscaban ganar sostenibilidad a través de los elementos de radio.

La mejora de las capacidades de detección se perfila igualmente como un importante avance de la 6G. Vetter lo entiende como una ampliación del mapeo basado en celulares provistos de 5G. Explica que “la 6G detectará el objeto que sea sin recurrir a enlaces de radio. Los receptores 6G recogerán las señales que reboten en los objetos y determinarán su tipo, forma, ubicación relativa, velocidad y propiedades materiales.”

Esto podría acelerar el desarrollo de la Industria 4.0, porque todos los actores implicados en dicho sector vertical hallarán nuevas formas de rastrear y desplegar maquinaria industrial, evitando al mismo tiempo riesgos físicos in situ.

Otras áreas de interés de la 6G son una mejor integración de las redes de satélites, MIMO masivo y funciones adicionales para RX/RV.

El debate sobre el espectro
Así, ¿qué podemos esperar mientras avanzamos hacia la 6G? Talmesio afirma que los actores del sector se enfrentarán a retos relacionados con la gestión del espectro.

“Se trata de un recurso finito y, en última instancia, sus gestores tendrán que responder a una pregunta sobre política económica: ¿Qué empresas se beneficiarán más de la asignación de recursos? ¿Los organismos reguladores deberían tratar de conseguir una infraestructura nacional sólida con menos redes nacionales, o servirse de la gestión del espectro para inyectar pluralidad en el mercado? Tenemos que dar respuesta a dichas preguntas en el plano político y, por supuesto, el despliegue se configurará de acuerdo con lo que hayamos respondido.”

Talmesio añade que “hoy en día, en el ámbito de 4G/5G, numerosos responsables políticos y reguladores están dispuestos a abrir el mercado a nuevas operadoras, al menos para despliegues locales privados. Vemos que ya se están realizando algunos de estos debates a propósito de la gestión del espectro relacionado con la 6G.”

El analista espera que la CMR23, que la UIT celebrará en Dubai a finales de 2023, aclare los planes de despliegue y los retos que estos plantean.

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