Samsung pronostica que la decisión de abandonar definitivamente la venta del Galaxy Note 7 por razones de seguridad le va a costar otros 3,5 billones de wons (unos 2.800 millones de euros) a lo largo de los dos próximos trimestres.

Hace unos días, la empresa ya rebajó en aproximadamente 2.300 millones de dólares (unos 2.010 millones de euros) su previsión de beneficios para el tercer trimestre, y la previsión para el cuarto trimestre del 2016 y el primero del 2017 es que Samsung habrá perdido, en conjunto, alrededor de 5.300 millones de dólares (unos 4.830 millones de euros).

Samsung ha decidido abandonar la producción del Galaxy Note 7 después de que los consumidores informaran en repetidas ocasiones que el smartphone, que se puso a la venta en agosto, sufre problemas de recalentamiento.

A través de un comunicado, Samsung pronostica un impacto negativo en torno a los 2 billones de wons (unos 1.600 millones de euros) para el cuarto trimestre del 2016, y de aproximadamente 1 billón de wons (unos 800 millones de euros) para el primer trimestre del 2017.

Afirma que “la empresa publica estas estimaciones para informar al mercado del impacto que tendrá la retirada definitiva del Galaxy Note 7. Samsung Electronics ya ha trazado planes para el futuro y tiene la intención de normalizar sus actividades en el sector del móvil promoviendo las ventas de modelos emblemáticos tales como el Galaxy S7 y el Galaxy S7 Edge.”

Samsung también declara que trabajará para mejorar la seguridad de sus productos “mediante cambios notables en los procesos de garantía de calidad”.

La firma reclamó en septiembre la devolución de unos 2,5 millones de dispositivos Note 7, tras saberse que los teléfonos se calentaban en exceso y se incendiaban. Al cabo de dos semanas empezó a reemplazar los dispositivos ya vendidos por otros del mismo modelo, pero se produjeron incidentes similares con los teléfonos distribuidos a posteriori, lo que parecía indicar que el problema no había quedado resuelto.

Hace pocos días, la empresa anunció que la producción del Note 7 se abandonaría definitivamente, dio instrucciones a sus distribuidores para que dejaran de vender el dispositivo y de ofrecer el mismo modelo como reemplazo, y recomendó a los consumidores que lo mantuvieran apagado.

Varios analistas han explicado a Reuters que no se pueden descartar nuevas pérdidas derivadas de este asunto. Los mayores daños que puede sufrir la empresa serán los que afecten a su reputación, sobre todo en un sector como el del smartphone, en el que la competencia es brutal.

Kim Sung-soo, director de fondos de LS Asset Management, explica que “todavía está por ver cómo afectará a las ventas de otros modelos. La desaparición del modelo de gama alta perjudicará a la marca de Samsung y hará que baje la demanda de otros dispositivos. El impacto será difícil de medir.”