Tim Cook, el consejero delegado de Apple, ha declarado que los resultados de la empresa “reflejan una demanda de los clientes y un rendimiento de negocio mejores que los que habíamos previsto al comenzar el trimestre”.

Si bien las cifras no son nada del otro mundo en muchos aspectos, tampoco han sido tan malas como algunos observadores esperaban, y por ello han sido bien acogidas. Pese a que las ventas del iPhone han bajado en espera del esperado lanzamiento de un nuevo modelo emblemático, el iPhone SE, con su pantalla más pequeña, ha resultado ser un éxito.

Los 40,4 millones de iPhones despachados son un 15% menos que el año anterior, y la facturación de 24.000 millones de dólares representa un descenso del 23%. Pero Cook ha destacado que la empresa se ha dedicado a equilibrar sus existencias y asegura que las ventas de teléfonos a usuarios finales han disminuido sólo un 8%.

En el caso del iPhone SE, la demanda superó a la oferta, aunque ambas se han ido compensando desde el comienzo del trimestre actual. El objetivo de Apple era tanto atender a los clientes que prefieren teléfonos más pequeños como atraer a clientes nuevos, “y la estrategia está funcionando en los dos casos”, asegura Cook.

Lo importante para Apple será la acogida que reciba la nueva generación del iPhone. Si bien en cuestión de ciclo de sustitución debería corresponder al iPhone 6, de modo que habría muchos usuarios que optasen por cambiar al nuevo modelo, se especula que esta vez la empresa sólo aplicará cambios incrementales, lo que podría amortiguar la demanda.

Los 10 millones de iPad vendidos son un 9% menos que un año atrás, pero la facturación de 4.900 millones de dólares es un 7% más alta, gracias a que los compradores optaron por productos más caros como el iPad Pro: el precio medio de venta ha pasado de 415 dólares (378 euros) a 490 dólares (446 euros). Tras varios trimestres poco halagüeños para las tabletas, el cambio de tendencia ha sido bienvenido.

Se ha hablado poco del Apple Watch, más allá de que watchOS 3 saldrá cuando el año esté más avanzado. Como era de esperar, la empresa ha evitado dar detalles sobre las novedades en hardware, limitándose a asegurar que “espera realizar anuncios todavía más atractivos en este terreno”.

La facturación en concepto de servicios ha sido de 6.000 millones de dólares (5.460 millones de euros), un 19% más que el año anterior. Cook califica el crecimiento de “generalizado”, pero los ingresos de la App Store han aumentado un 37% alcanzando su nivel más alto de la historia, junto a fueres incrementos en música, iCloud y AppleCare. Cook afirma que se espera que el negocio de Servicios alcance el año próximo “el tamaño de una empresa del índice Fortune 100”.

A nivel de grupo, Apple ha registrado unos beneficios de 7.800 millones de dólares (7.100 millones de euros), un descenso interanual del 27%, sobre una facturación de 42.400 millones de dólares (casi 38.600 millones de euros), que son un 14,6% menos que un año atrás.